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Parece que en cualquier lugar de la naturaleza nos encontramos con algo espectacular. Aunque sabemos que la lucha entre especies rivales puede ser brutal, a veces los animales nos sorprenden. Los ciervos, por ejemplo, saben muy bien que la unión hace la fuerza.
Como siempre corren el riesgo de ser atacados por depredadores más grandes, la mayoría de los ciervos salvajes prefieren moverse en manadas inmensas, lo que les ayuda a vigilar la seguridad de los demás. Pero, en ocasiones, las manadas de ciervos pueden depender de la ayuda de otras especies para mantenerse alerta ante cualquier posible peligro.
En el vídeo que hoy nos ocupa, vemos a unos monos langur salvajes que ayudan a unos ciervos a vigilar las amenazas. Los monos tienen una perspectiva fantástica del entorno porque aprovechan su posición elevada en los árboles.
Esto, junto con su excepcional visión y su inteligencia superior, les permite identificar el peligro casi de inmediato. Los primates ululan para advertir a los ciervos del peligro que se aproxima cuando un tigre voraz se acerca a la manada.
Esto da ventaja a los ciervos por la alarma temprana, lo que les permite escapar del tigre con tiempo suficiente para evitar víctimas mortales.
Los sonidos de la naturaleza
Los monos conocidos como langures viven en los bosques y se alimentan de hojas. Estos animales pasan la mayor parte de su vida en las copas de los árboles. Los monos langures sólo bajan a la superficie terrestre cuando necesitan recursos.
Los monos langur salvajes son conocidos por los sonidos que emiten. Tienen una amplia gama de ruidos, desde silenciosos ululatos y murmullos hasta ladridos mucho más fuertes, bufidos y aullidos de advertencia.
Al amanecer, se oyen con frecuencia gritos de alarma o agitación, que suenan más rápidos y cortos que un gemido nasal de dos notas.
¿Comen ciervos los tigres?
Los tigres son los reyes y reinas de la jungla, dispuestos a comer prácticamente cualquier cosa. Las presas de gran tamaño que pesen al menos 45 libras constituyen una parte importante de su dieta, entre las que se incluyen alces, varios tipos de ciervos, ganado vacuno, cerdos y ovejas.
Cuando persiguen a una presa, los tigres dependen sobre todo de sus sentidos del oído y la vista, en lugar del olfato. Acechan silenciosamente a su víctima por detrás en un esfuerzo por acercarse lo más posible a su crédula presa.
A continuación, mediante un golpe agresivo en el cuello o la garganta, intentan someter a su objetivo. Los tigres pueden comer hasta 88 libras de carne de una sentada. Como es lógico, ¡cada tigre puede comerse anualmente unos 50 animales del tamaño de un ciervo!